Contreras
S, y Liendo F (2002) El constructivismo y la motivación escolar.
El constructivismo, se puede definir como
el modelo que mantiene que una persona, tanto en los aspectos cognitivos,
sociales y afectivos del comportamiento, no es un producto del ambiente ni un
simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia
que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre dos
factores. En consecuencia, el
conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser
humano y este se realiza con los esquemas que la persona ya posee
(conocimientos precios) o con los que ya construyó en su relación con el medio
que le rodea.
Es de allí la concepción constructivista
del aprendizaje escolar, el cual se sustenta en la idea que la educación que se
imparte en la escuela, es promover los procesos de crecimientos personal del
alumno en el marco de la cultura del grupo al que pertenece, así como también
despertar el interés de los alumnos, mediante la presentación de actividades
que resultan motivadoras, que parecen cumplir una función importante en el
desarrollo psicológico del alumno. Es
aquí donde el papel del docente es incluir motivos en sus alumnos, en sus
aprendizajes y comportamientos para aplicarlos de manera voluntarias a los
trabajos de clase. Por lo que la
motivación escolar no es una técnica o método de enseñanza particular, sino un
factor cognitivo presente en todo acto de aprendizaje.
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